La salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación a la sexualidad, en un contexto de derechos, en que se incluye la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras, seguras y libres de coacción.
La sexualidad es un aspecto central del ser humano que está presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. Se siente y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones. Si bien la sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no todas ellas se experimentan o expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales (OMS 2018).
La Sexualidad es reconocida como fuente de placer y bienestar cuando es vivida plenamente, de esta manera contribuye a la realización personal y a la satisfacción es importante ya que la comprensión de su definición y la identificación de los distintos elementos que contiene, son la base del entendimiento de los conceptos que se desprenden de ella (World Asociation for Sexual Health, WAS 2014).
SALUD SEXUAL
La salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia (OMS 2021).
La salud sexual se relaciona íntimamente con la capacidad y el derecho que tienen las personas de disfrutar y expresar su sexualidad sin riesgos físicos, emocionales o sociales.
La salud sexual implica ser capaz de expresar y sentir placer, tener relaciones sexuales que se desean y se escogen. Teniendo además el acceso a información correcta y suficiente, a educación sexual y a servicios de salud integrales.
Una sexualidad sana requiere conocimiento de sí mismo/a, respeto hacia uno/a mismo/a y hacia los demás, comprensión, responsabilidad en el manejo de la libertad, sensibilidad hacia los sentimientos y necesidades propias y de otras personas.
SALUD REPRODUCTIVA
La salud reproductiva es la condición en la cual se logra el proceso reproductivo en un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente ausencia de enfermedades (OMS 2021). Involucra todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus funciones y procesos a lo largo de la vida, incluyendo la posibilidad de tener una sexualidad responsable, satisfactoria y segura, así como la libertad de tener hijos si se desea y cuando se decida.
Incluye el derecho de las personas de acceder a la información, a los métodos de regulación de la fertilidad seguros, eficaces, asequibles y aceptables y a servicios de salud integrales que permitan también el seguimiento adecuado durante el embarazo y que ofrezca la oportunidad de tener hijos(as) sanos(as).
Estas definiciones implican que las personas tengan la capacidad de reproducirse, que puedan hacerlo con los mínimos riesgos, que se pueda regular la fertilidad de modo que las personas puedan decidir libremente si tener o no hijos, cuantos y cuando, y que puedan disfrutar de relaciones sexuales sanas y placenteras. También implican que la reproducción se complete de modo satisfactorio a través de la supervivencia, el crecimiento y desarrollo del lactante de modo que los hijos y las hijas puedan llegar en óptimas condiciones a la vida adulta. Implica además que se pueda vivir con seguridad el embarazo y el parto, que puede conseguir la regulación de fertilidad sin riesgos para la salud, y que las personas pueden tener relaciones sexuales seguras y placenteras.
Para que la salud sexual y reproductiva sea posible se requiere de información y tener acceso a los servicios y tecnologías necesarias para tomar decisiones en materia de sexualidad y reproducción.
Disfrutar de una adecuada salud reproductiva no debería tener que ser en desmedro de una óptima salud sexual. La salud reproductiva involucra a todas las personas, independiente de su sexo, género, identidad de género y orientación sexual y por tanto la oportunidad de decisión y garantía de su existencia deben ser equitativas para todas las personas (WAS, 2014). Para que la salud sexual y reproductiva sea posible se requiere de información y tener acceso a los servicios y tecnologías necesarias para tomar decisiones en materia de sexualidad y reproducción.
Para que la salud sexual y reproductiva se logre y se mantenga, los derechos sexuales y de todas las personas deben ser respetadas, protegidas y ejercidos a plenitud (WAS 2014).
DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS
Los derechos humanos son normas que permiten funcionar socialmente y relacionarse con otras personas. Los derechos protegen de los abusos, de las agresiones y de las discriminaciones. Están basados en valores que buscan garantizar las libertades, la seguridad personal y colectiva y las condiciones mínimas para que las personas puedan atender sus necesidades básicas con dignidad.
Los derechos sexuales y reproductivos son un conjunto de derechos que se relacionan con la sexualidad y la reproducción de los seres humanos. Son los derechos que tienen todas las personas, sin discriminación de ningún tipo, a tomar decisiones con libertad y sin violencia.
Los derechos sexuales y reproductivos se fundamentan en los derechos humanos que ya están reconocidos en documentos internacionales y locales, como por ejemplo leyes y constituciones de derechos humanos así como en el conocimiento científico relacionado a la sexualidad y la salud sexual (WAS, 2014) Estos derechos, se vinculan con el derecho a la salud, a la libertad individual, a la libertad de pensamiento, de conciencia y religión, de opinión y expresión, a la información y educación, a formar o no una familia, a vivir libre de maltrato, a los beneficios del progreso científico, entre otros.
Así como se deben exigir los derechos también es importante respetar los derechos de los demás y es por eso que también se tienen deberes. Los derechos sexuales protegen los derechos de las personas para ejercer y expresar su sexualidad, además de disfrutar de la salud sexual, teniendo en cuenta los derechos de los demás (WAS, 2014).
Los Derechos Humanos afirman que todas las personas, independiente de su orientación sexual o identidad de género, tienen el derecho al pleno disfrute de todos los derechos humanos, considerando que cuando estos derechos sean ejercidos, tomen en cuenta las situaciones y experiencias específicas de cada persona en relación a estos ámbitos, así como no se omitan las consideraciones específicas de niños, niñas y adolescentes, ya que también son sujetos de derecho, y por tanto tienen opiniones y vivencias propias (Principios de Yogyakarta, 2017). En este sentido, se destaca que los derechos sexuales son aplicables a todas las personas.
En atención en salud, los derechos sexuales y reproductivos contemplan que cada persona debe:
Tener acceso real a la educación y la información en sexualidad para poder decidir ejercerla o no y poder vivirla en forma segura, sin riesgo de infecciones de transmisión sexual u otros daños a la salud y en forma independiente de la reproducción. Para esto se requiere contar con información adecuada y suficiente sobre la biología del propio cuerpo, la sexualidad y la reproducción, para poder tomar las decisiones más adecuadas.
Tener una vida libre de violencia, que rechaza las agresiones físicas, psicológicas y sexuales. Esto implica contar con efectiva protección legal contra la violencia sexual, y con información sobre las instancias y los mecanismos para enfrentar este problema.
Tener acceso real a servicios de salud sexual y reproductiva de buena calidad, que respondan a las necesidades específicas de los diferentes períodos de la vida, incluyendo la atención adecuada del embarazo, parto y post-parto. Esto incluye el derecho a no morir por causas evitables relacionadas con el embarazo o parto.
Recibir atención en que se respete la confidencialidad y la intimidad en la atención de salud sexual y reproductiva para poder confiar los sentimientos y acciones de la vida privada a quién se estime conveniente, ya sea médico/a, matrona u otro personal de salud.
Poder decidir libre y responsablemente si tener o no tener hijos, el número y espaciamiento de estos, lo que requiere tener acceso real a la información, educación y medios para una adecuada toma de decisiones. Este derecho incluye acceso a métodos anticonceptivos seguros y eficaces, tanto femeninos como masculinos, ya que todos tenemos el derecho a acceder a los beneficios del progreso científico.
Poder disfrutar de sensaciones de placer y autodescubrimiento de la sexualidad, involucrando relaciones sexuales placenteras
A modo de facilitar el entendimiento de esta materia, en el año 2014, la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) consolidó en una declaración los derechos sexuales y reproductivos esenciales para el logro de la salud sexual:
- El derecho a la igualdad y a la no discriminación: Estar libre de todo tipo de discriminación por raza, etnia, color, religión, opinión política, orientación sexual, condición de salud, etc.
- Derecho a la vida, libertad y seguridad de la persona: a no morir por causas evitables relacionadas con el embarazo, parto o aborto no seguro, a no estar en peligro por orientación sexual, comportamiento, prácticas sexuales o identidad y expresión de género. Ser libre y autónoma/o tanto en la expresión de la propia identidad de género como de la orientación sexual. Incluye el derecho a la libertad y seguridad, decidiendo tener o no relaciones sexuales, con quién y con qué frecuencia.
- Derecho a la autonomía e integridad del cuerpo: Todas las personas tienen derecho a controlar y decidir libremente sobre asuntos relacionados con su cuerpo. Incluye
- Derecho a la vida libre de tortura, trato o penas crueles, inhumanas o degradantes: Nadie debe ser sometido a torturas, tratos o penas degradantes, incluyendo prácticas tradicionales dañinas, esterilización, aborto o uso de anticoncepción de manera forzada y no voluntaria.
- Derecho a una vida libre de todas las formas de violencia y coerción: Todas las personas tienen derecho a la vida libre de todo tipo de violencia en relación a la sexualidad, libre de violación, abuso sexual, acoso sexual, bullying, explotación sexual o esclavitud o pruebas de “virginidad y amor”. Incluye e derecho a una vida libre de violencia, que rechaza las agresiones físicas, sicológicas y sexuales.
- Derecho a la privacidad: Toda persona tiene derecho a la privacidad respecto a su sexualidad, vida sexual, prácticas sexuales, a decidir la divulgación o no de su información y con quien compartir dicha información. Incluye el derecho a la intimidad y a confiar los sentimientos de la vida privada a quién se estime conveniente, ya sea médico/a, matrona u otro personal de salud.
- Derecho al grado máximo alcanzable de salud, incluyendo la salud sexual que comprende experiencias sexuales placenteras, satisfactorias y seguras: Toda persona tiene el derecho de obtener el grado máximo alcanzable de salud y bienestar, incluye experiencias sexuales placenteras, satisfactorias y dolor. Además tener acceso a la prevención y tratamiento de las enfermedades del aparato reproductivo, incluyendo infecciones de transmisión sexual.
- Derecho a gozar de los adelantos científicos y de los beneficios que ellos resulten: Todas las personas tienen el derecho de acceder a los beneficios del progreso científico.
- Derecho a la información: Todas las personas tienen derecho al acceso de información, en un lenguaje comprensible y sin censuras de ningún tipo.
- Derecho a la educación y el derecho a la educación sexual integral: Toda persona tiene derecho a la educación general y educación en sexualidad integral, acorde a la edad, actualizada científicamente y basada en derechos humanos, igualdad de género y con enfoque positivo en la sexualidad y placer.
- Derecho a contraer, formar o disolver el matrimonio y otras formas de relaciones basadas en libre consentimiento: Toda persona tiene derecho a elegir si casarse o no, con quien y cuando, o decidir si quiere estar en una relación de pareja o con más de una pareja, así como todas las personas tienen el deber de consentir o no cada una de esas relaciones. Incluye el derecho a formar pareja o no, casarse o no y de formar o no una familia de acuerdo a las preferencias de cada persona.
- Derecho a decidir si tener hijos, cuantos y cuando y acceder a la información o medios para lograrlo: Todas las personas, independiente de su orientación sexual, identidad o expresión de género, religión o cualquier otra situación, tiene derecho a decidir si tener hijos o no, el número de hijos, cuando tenerlos y acceder a la información necesaria para eso, incluyendo el embarazo, anticoncepción, fecundidad, interrupción de embarazo y adopción.
- Derecho a la libertad de pensamiento, opinión y expresión: Toda persona tiene el derecho a pensar, opinar y expresar su sexualidad libremente. Esto incluye el derecho a explorar la propia sexualidad sin miedo, vergüenza, falsas creencias y culpas y el derecho a expresar la sexualidad independientemente de la reproducción.
- Derecho a la libre asociación y reuniones pacíficas: Toda persona tiene el derecho a organizarse pacíficamente, a reunirse, a protestar y defender sus ideas en relación a la sexualidad, salud sexual y derechos sexuales.
- Derecho a participar en la vida pública y política: Toda persona tiene derecho a estar en un ambiente que permita la participación en espacios políticos y públicos que contribuyan a otros aspectos de la vida humana.
- Derecho al acceso a la justicia, retribución e indemnización: Toda persona tiene el derecho al acceso a la justicia, retribución e indemnización por la vulneración de sus derechos sexuales.
- El derecho a la intimidad y a confiar los sentimientos de la vida privada a quién se estime conveniente, ya sea médico/a, matrona u otro personal de salud.
Alrededor del mundo y en Chile, las legislaciones y avances que buscan proteger los derechos sexuales y reproductivos están en constante progreso y mejora. Sin embargo, es importante que cada persona los conozca y entienda su importancia, ya que de esta manera, se encamina a que cada persona pueda vivir su sexualidad libremente con todo lo que eso implica.
Equipo ICMER, 2021.